Claves prácticas para el estudio de idiomas
Claves prácticas para el estudio de idiomas
El estudio de un idioma es una tarea compleja que requiere mucho tiempo y dedicación, perseverancia y trabajo duro. Si está leyendo esto, probablemente ya lo sepas.
Todo el mundo sabe que estudiar un idioma tiene sus dificultades, por el que se necesita tiempo y dedicación, sin embargo, no todos saben que existen fórmulas, tácticas y estrategias para llegar a la efectividad.
En estas líneas te explicamos algunos de los principios en los que se basan un buen aprendizaje y su eficacia. Te ofrecemos estas herramientas con las que podrás crearte un plan estratégico para poner a flote y desarrollar tus habilidades lingüísticas.
Principios clave del aprendizaje de idiomas
Los básicos:
Empecemos por los conceptos básicos. La investigación en esta área (llamada «adquisición de un segundo idioma» en el mundo académico) llega a la conclusión de que existen tres elementos clave para aprender un nuevo idioma:
- La primera es lo que podemos denominar “entrada comprensible”, que es la forma elegante de decir estar dispuesto a escuchar y leer algo en el nuevo idioma y aprender a entenderlo.
- El “resultado comprensible” es el factor siguiente y, significa aprender a producir (hablar o escribir) algo en el nuevo idioma.
- El tercer elemento es “la revisión o retroalimentación”, que básicamente significa identificar errores y hacer cambios en respuesta. [1]
Estos son las tres bases de su práctica del idioma, y un plan de estudio eficaz reforzará los tres. Es decir, Cuanto más escuches y leas (entrada), más hable y escribas (salida), cuanto más repase lo que has hecho y aprendas de tus errores (revisión y comentarios), más crecerán tus habilidades lingüísticas.
Buscar el equilibrio como objetivo:
El error más frecuente de un estudiante de idiomas es que se concentran casi exclusivamente en un tipo de actividad, porque lo domina mejor dejando atrás otras actividades no menos importantes. Para aprender un idioma extranjero es necesario saber: escuchar, hablar, leer, escribir. Todas son iguales de importantes.
Lo primero que necesitas es un plan de estudio equilibrado: una combinación de actividades de estudio que se centren tanto en el lenguaje hablado como en el escrito, y que prestes atención a los tres principios claves.
Los errores son importantes
El estudiante de idiomas se enfrenta en primer lugar a un gran reto que debe superar sí o sí, se trata del miedo a cometer errores, a decir algo que no es correcto, a no encontrar la palabra adecuada o correcta etc. Todo esto es lógico que te suceda, pues aprender un idioma conlleva cometer errores y muchos.
Sin embargo cometer errores es algo necesario para luego aprender de ellos, es lo que en el estudio de un idioma se requiere y que significa revisión y retroalimentación. Tener miedo a fallar, a cometer un error es negativo a los principios del aprendizaje de idiomas. Así pues la solución, lo más convenientes es aprender a valorar los errores y obligarte para sentirte más cómodo cometiendo errores. Porque lo que se corrige se guarda mejor en la memoria. Por ello debes:
- Aprender a apreciar los errores y esforzarse para sentirse más cómodo cometiendo errores.
- Crear oportunidades para la práctica de «poco riesgo», donde te sentirás cómodo practicando y cometiendo errores.
Emplear el tiempo de manera eficaz
Tras las múltiples investigaciones en psicología educativa y cognitiva, se ha llegado a la conclusión de que una de las estrategias de aprendizaje más efectivas suele ser “la práctica distribuida”.
Esta estrategia tiene dos componentes principales: espaciado, que no lleva a dividir el tiempo de estudio en varias sesiones pequeñas, y separación, que nos dice que hay que extender esas sesiones a lo largo del tiempo.
Por ejemplo:
Supón que has de aprender una lista de palabras de vocabulario. Como es lógico, es importante que amplíes tu vocabulario, porque identificar nuevas palabras es una gran prioridad. Básicamente, necesitas recopilar palabras: cada vez que encuentres una nueva palabra, debes registrarla de alguna manera. Para llevar a cabo este ejercicio, es bueno que te hagas de una pequeña libreta de bolsillo. La clave está en capturar la palabra de forma rápida, por lo que no hay que preocuparse en principio por la ortografía, más tarde lo harás.
El punto clave es capturar la palabra de la manera más rápida y sencilla posible. Además, no se preocupe demasiado por la ortografía o las definiciones en este momento: se ocupará de ellas más tarde. Luego tendrás que revisar las palabras y este es el momento de corregir las faltas de ortografía, que es una acción que te ayuda a retener mejor las palabras.
Diviértete mientras estudias
Sabes que aprender un idioma nuevo requiere concentración y trabajo, pero lógicamente eso no es lo que te motivó a empezar a estudiarlo en primer lugar. En cambio, lo más probable es que quieras viajar o tienes la intención de trabajar en el extranjero, lo vas a utilizar para poder hablar con personas de otros países, tal vez incluso lo necesitas para estudiar literatura o historia… Lo que sea que te interesó para elegir este idioma en primer lugar, probablemente sea algo mucho más divertido que todo esto.
Aquí está la cuestión: lo importante es que siempre que puedas hagas algo que te conecte con las razones que te motivaron a estudiar tu nuevo idioma, o encuentres algo nuevo y emocionante sobre el idioma que estás estudiando o las culturas que lo usan, usa tu entusiasmo para aumenta tu motivación. Es lo que lo mantendrá activo, y ese tipo de persistencia es un factor clave para el éxito en el aprendizaje de idiomas.
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