Beneficios psicológicos de aprender un segundo idioma
Beneficios psicológicos de aprender un segundo idioma:
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La gente suele pensar que aprender un nuevo idioma puede crear confusión en sus mentes. Creen que es mejor aprender bien un idioma que perder el tiempo con dos. Algunos estudios en el pasado parecían apoyar la idea de que aprender dos idiomas podía ser problemático; algunos investigadores habían especulado que las personas bilingües podrían tener un vocabulario más limitado y un acceso más lento a las palabras.
Afortunadamente, estos supuestos mitos e inconvenientes se han visto superados por una cantidad de investigaciones que, en cambio, muestran los extraordinarios beneficios psicológicos de aprender otro idioma. Y estos beneficios van mucho más allá de poder pedir una taza de café en Londres o preguntar dónde está la estación de París.
La facilidad para aprender idiomas es una realidad
Efectivamente, la «facilidad» para aprender idiomas es una realidad, pero es una condición que se debe trabajar y conseguir. La facilidad no deja de ser, en este caso, un estado mental. Una carencia de barreras culturales o psicológicas que nos impiden realizar acciones libremente.
Al contrario de lo que piensa mucha gente, aprender una segunda lengua no genera confusión ni tartamudeo, sino todo lo contrario. Al menos eso parece demostrar los últimos estudios y algunos casos excepcionales de personas de mucho éxito.
10 beneficios psicológicos de aprender un segundo idioma:
Primero. MEJORA EL CRECIMIENTO CEREBRAL.
Durante el aprendizaje de idiomas, los centros del lenguaje en el cerebro crecen. Cuanto más intentas aprender un nuevo idioma, más se desarrollan estas áreas vitales del cerebro (Mårtensson et al., 2012)
Segundo. Retrasa la aparición de la demencia:
El bilingüismo retrasa cinco años la enfermedad de Alzheimer en personas que tienen una predisposición (Craik et al., 2010) Parece increíble, pero nuevos estudios sobre este tema continúan confirmando este resultado. Lo que es más singular es que aprender un segundo idioma parece tener un efecto más potente sobre la demencia que cualquier fármaco.
Tercero. Hace que los sonidos se escuchen mejor
Aprender un idioma aumenta la capacidad de escuchar, ya que el cerebro tiene que trabajar más para distinguir diferentes tipos de sonidos de diferentes idiomas (Krizman et al., 2012) .
Cuarto. Te hace más sensible a diferentes idiomas
Los niños que crecen en familias bilingües pueden distinguir entre idiomas que nunca han escuchado antes (Werker y Sebastian-Wales, 2011). Estar expuestos a diferentes idiomas, por ejemplo, el español y el catalán, ayuda a los niños a comprender la diferencia entre el inglés y el francés.
Quinto. Aumenta la memoria
Los niños criados en un ambiente bilingüe tienen una memoria de trabajo mucho más poderosa que aquellos expuestos a un solo idioma (Morales et al., 2013) . Esto significa que aprender un segundo idioma temprano aumenta la habilidad de cálculo mental, lectura y muchas otras habilidades útiles en la vida.
Sexto. Mejora la habilidad para múltiples tareas.
Las personas bilingües pueden pasar de una tarea a otra más rápido. Muestran una mayor flexibilidad cognitiva y les resulta más fácil adaptarse a circunstancias imprevistas (Gold et al., 2013) .
Séptimo. Mejorar las destrezas de atención
Las personas bilingües tienen un mejor control sobre su atención y una mayor capacidad para limitar las distracciones (Bialystok y Craik, 2010).
Octavo. Dobla la actividad cerebral
Los sujetos bilingües pueden beneficiarse de un aumento en las funciones cognitivas (como mejores habilidades de atención y multitarea): al encontrarse con múltiples idiomas activados al mismo tiempo, deben monitorear continuamente qué términos y palabras usar (Francis, 1999) . Este cambio constante de un idioma a otro trae beneficios mentales.
Noveno. Dar una nueva vista del mundo
aprender un nuevo idioma puede cambiar literalmente la forma en que ve el mundo. Al aprender japonés, por ejemplo, en el que existen diferentes términos para el azul claro y el azul oscuro, el cerebro llega a percibir el color de diferentes maneras (Athanasopoulos et al., 2010).
Décimo. Mejora el lenguaje madre
Dado que el aprendizaje de un segundo idioma centra la atención en las reglas abstractas y la estructura del lenguaje, la lengua materna también termina beneficiándose. En este sentido, como dijo Geoffrey Willans: «No puedes entender completamente un idioma hasta que conoces al menos dos»
A modo de resumen
Según algunos estudios, todo ser humano nace con la capacidad innata de aprender idiomas. Sin embargo, es cierto que aprendizajes tempranos pueden favorecer mucho el estudio de idiomas en el futuro. Es innegable que los niños tienen mucha más capacidad de absorción para los idiomas que los adultos. La vida de los pequeños se basa en un constante aprendizaje a través de la imitación. Esta es, y no otra, la verdadera clave para aprender nuevos idiomas.
A medida que crecemos, nos creamos nuevas barreras culturales y mentales. Nos volvemos acomplejados, nos sentimos cohibidos y nos cuenta mucho más mimetizarnos con personas diferentes. Nos da vergüenza el qué dirán. Sin embargo, para conseguir aprender un idioma y sentirnos a gusto con él, es fundamental equivocarse.
Además, la importancia de saber idiomas está ligada con la importancia de certificarlo. ¡No olvides certificar cualquiera que sea el idioma que domines!