👠La historia de la diva italiana Sofía Loren
En este post nos vamos a referir a la historia de la diva italiana, Sofia Loren actriz italiana nacida en Roma en 1932. Recién cumplidos los once años ya se siente atraída por las películas norteamericanas muy populares por aquellas fecha en Italia.
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No obstante en principio se consagra al estudio de magisterio, pero no termina la carrera.
Miss Elegancia
Corría el 1949 cuando logra una buena clasificación en un concurso de belleza. Además conquistó el segundo lugar en el concurso de «Princesa del Mar», en Nápoles, y finalmente fue nombrada Miss Elegancia en Roma en 1950.
Su debut en el cine
Por fin llega a debutar en el cine como figurante en películas como Quo Vadis? (1951), de Mervyn LeRoy, a la misma vez que es contratada para fotonovelas, en lo que trabajó bajo el pseudónimo de Sofia Lozzaro. Fue entonces cuando le surge la oportunidad en el mundo del cine, por la atracción que sugiere su espléndida belleza.
Al comienzo de los años cincuenta participa en películas de poca calidad e importancia. Por fin conoce al productor de cine Carlo Ponti, bastante mayor que ella, con quien se casa en 1957, pero que se convierte en su mentor y hace la artista que ha trascendido siendo una de las personalidades más importantes de la historia del cine. Carlo Ponti consigue su participación en películas de cierto impacto en la época, como son Hombre o demonio (1953), de Pietro Francisci.
Después se convierte en la protagonista de La ladrona, su padre y el taxista (1955), de Alejandro Blasetti.
La llamada de Hollywood
Con la ayuda importante de su marido, es requerida desde de Hollywood para trabajar en La sirena y el delfín (1956), de Jean Negulesco, y Orgullo y pasión (1957), de Stanley Kramer, ésta última ambientada en la Guerra de la Independencia española junto con Cary Grant y Frank Sinatra.
También le surgió a oportunidad de trabajar con John Wayne en Arenas de muerte (1957), bajo la dirección de Henry Hathaway.
Premiada con el Óscar
Fue en 1960, una vez adquirido un estilo más perfeccionado y transformada ya en una auténtica actriz, logra el Óscar a la mejor interpretación femenina gracia a su labor en Dos mujeres, dirigida por Vittorio de Sica cuyo relato aborda la Italia de la Segunda Guerra Mundial, en el momento de la llegada de las tropas aliadas.
Mientras se ultimaba la preparación del rodaje de El Cid en 1961, que llevaría a cabo Anthony Mann, el productor Samuel Bronston concedió a Sophia Loren el papel de Jimena Díaz, una vez que se descartó la participación de Sara Montiel.
Este film, en clave de western, cuyo guión de Philip Yordan, construía una singula y extensa historia sobre Rodrigo Díaz de Vivar; Sofía Loren conforma junto a Charlton Heston la pareja con mayor atractivo de lo que se pensó en un principio.
Su vuelta a Italia
De nuevo en Italia rueda bajo los auspicios de Vittorio de Sica, Boccaccio 70 (1961) y Los secuestrados de Altona (1962), las dos películas que a través de su pretendía neutraliza la supremacía que iba adquiriendo el cine norteamericano respecto del europeo.
En estas fechas regresó al cine espectáculo con La caída del Imperio Romano (1964), una nueva producción de Bronston dirigida por Anthony Mann.
Al término de los sesenta y durante los setenta participa en varias películas italianas que logra la aceptación del público. Sofía Loren era ya estrella una consagrada, que podía con cualquier clase de papel mientras las críticas, la valoran por encima de muchos de los títulos en los que encarna a la protagonista.
Su consagración como actriz
Sofia Loren era ya «una gran dama» y aunque tenía más de cuarenta años su físico irradiaba elegancia. Muy lejos queda ya la joven de sus inicios en las fotonovelas. Pero, sobre todo era aclamada como una excelente actriz.
Entre las películas de este periodo se puede citar Los girasoles (1969), de Vittorio de Sica, Mortadela (1971), y la extraordinaria “Una jornada particular” (1977), de Ettore Scola.
A finales de los años ochenta Aunque disminuyó su participación en películas, no obstante, mantenía su gran popularidad entre la sociedad que la había transformado en uno de sus símbolos más sobresalientes.
Pero en 1994 aparece junto a Marcello Mastroianni en Prêt-a-porter, film de Robert Altman cuyos resultados no fueron buenos en taquilla pese a contar con un gran número de actores «comerciales» provenientes del cine estadounidense; pese a ello, fue una crítica bien ajustada de muchos de los tics del mundo de la moda.
En resumen
El encanto de Sofía Loren es que fue capaz de recorrer un trayecto entre la vulgaridad de comienzos a ser una gran señora de la gran pantalla. Lo que supuso ganar el Oscar y obtener el Cesar honorífico del cine francés.
Siendo galardonada también con un Globo de Oro en 1994. Poco despueés recibe el Nastro de Argento italiano en 1995 y finalmente, en el 1997 se le otorga la Orden de Caballero de la República de manos del presidente italiano Oscar Luigi Scalfaro.