Envejecimiento, demencia y bilingüismo
Envejecimiento, demencia y bilingüismo
Basándonos en el informe de las Naciones Unidas sobre el proceso de envejecimiento de la población mundial, podemos afirmar que el número de personas mayores de 60 años o más, ha aumentado considerablemente. En todo el mundo el número de estas personas mayores crece con bastante más rapidez que el número de personas de cualquier otro grupo de edad. Como es de suponer esta tendencia acelerada es la causa de cambios económicos y sociales muy graves que van acompañados de una serie de enfermedades en el envejecimiento, como puede ser la demencia.
En este artículo tratamos del envejecimiento, la demencia y las repercusiones positivas que tienen el estudio, conocimiento y la práctica del bilingüismo en las personas mayores para mínimo retrasar la demencia.
¿Qué es la demencia?
La demencia es un síntoma de alteración de las funciones cognitivas que incide negativamente en la vida cotidiana del paciente. Este desgaste cognitivo tiene una repercusión enorme no solo en la salud del paciente y su autocuidado, también lo tiene en los costos de la atención, ya sea en el hogar o en una residencia.
No obstante, actualmente, aún no existe un tratamiento farmacológico eficaz para el deterioro cognitivo. Por lo tanto, hay un interés creciente en estudios alternativos no farmacológicos que pudieran mantener o incluso aumentar dicha reserva cognitiva para lograr que las personas mayores sanas retrasen el deterioro de funciones cognitivas.
Causa de muertes entre los mayores
Dentro de la demencia es la enfermedad de Alzheimer (EA), junto con las enfermedades cardíacas, el cáncer y las enfermedades respiratorias, la causa más común de muerte entre las personas mayores. Lamentablemente, la demencia afecta a cerca de 58 millones de personas, y se estima que el número de las personas mayores con demencia se triplicaría en 2050, ya que cada año se diagnostican alrededor de 9,9 millones de nuevos casos en todo el mundo.
Es triste pero en la actualidad, aún no existe un tratamiento farmacológico eficaz para el deterioro cognitivo. Por consiguiente, las esperanzas por ahora se basa en enfoques alternativos no farmacológicos, que puedan mantener o incluso aumentar la llamada reserva cognitiva y así permitir que las personas mayores sanas retrasen el deterioro de funciones cognitivas.
El bilingüismo
Una de estas actividades mentales, que también puede contribuir a mejorar la reserva cognitiva, es el bilingüismo, es decir, la capacidad de hablar más de un idioma. De hecho, el bilingüismo permite un cambio constante entre idiomas, con sus distintos sonidos, palabras, conceptos y reglas gramaticales, y ofrece un entrenamiento eficaz de las funciones ejecutivas como la atención, el cambio, la inhibición y la supervisión. Todo esto contribuye a una mayor reserva cognitiva.
El bilingüismo potenciador de reserva cognitiva.
Podemos definir la reserva cognitiva como la resistencia al daño neuropatológico del cerebro. Actualmente se ha asumido que lo cambios neuronales positivos son causados por un estilo de vida que actúa de estimulante física y mentalmente.
El bilingüismo en las personas mayores
Por tanto, ya se sabe que las personas bilingües pueden mejorar su reserva cognitiva a edades más avanzadas. Gracias al uso de dos idiomas y a la llamada flexibilidad mental. Algunos expertos argumentan que el bilingüismo es un caso claro de un factor ambiental que ayuda a producir reserva cognitiva. Además, contribuye a la reserva cerebral.
Existen varios estudios cerebrales que confirman que las personas bilingües suelen tener un mayor volumen de materia gris que los monolingües. Por tanto, el bilingüismo parece proteger contra el deterioro cognitivo que se produce durante envejecimiento. Esto también ha sido confirmado por el estudio más reciente de Estanga que concluye que el bilingüismo influye en la reserva cognitiva, especialmente en la mejora de las funciones ejecutivas y viso-espaciales.
La capacidad de adaptación
Las personas bilingües tienen la capacidad de adaptarse a los cambios constantes y procesar la información de manera eficaz y adaptativa. Además, la conectividad efectiva, mejora la capacidad de procesamiento del lenguaje y el control ejecutivo general al reorganizar los circuitos neuronales.
Esto afecta incluso a los alumnos de más edad cuya edad se considera alejada del llamado período crítico de adquisición del lenguaje. Estos hallazgos también han sido confirmados por Schlegel, que han revelado que el cerebro mantiene su plasticidad en la edad adulta.
En su estudio sobre el aprendizaje de idiomas con 11 angloparlantes que estudiaron chino durante nueve meses. Han aportado evidencia de que la materia blanca en las personas mayores aún puede experimentar cambios considerables. Esto tiene un impacto positivo en el aprendizaje de lenguas extranjeras al envejecer. Por tanto se ha llegado a comprobar que la edad en la adquisición de un segundo idioma no es un factor tan significativo. No obstante, la duración de la exposición al idioma de destino sí lo es.
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