Los idiomas como cultura
Por experiencia propia todo el mundo sabe que el idioma es una parte integrante fundamental de una cultura. Con él un pueblo expresa e intercambia su manera particular de percibir el mundo que le rodea, a la vez que establece su relación con el entorno.
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Podemos decir que el idioma es la expresión más importante de la cultura de toda una nación.
Cómo la cultura influye en el idioma
Según la antropología, la cultura es “un mundo complejo que custodia conocimientos, ideas, arte, derecho, moral, costumbres y todos los potenciales y hábitos adquiridos por el ser humano en tanto miembro de una determinada cultura.
Es decir, la cultura es el conjunto de creencias, normas, tradiciones, valores y símbolos; que son compartidos por los integrantes de una comunidad en diferentes grados.
Los estudios realizados al respecto llegan a la conclusión que toda cultura se distingue por:
- Ser adquirida: la cultura se recibe y se divulga a través del estudio, la observación, las tradiciones, que son transmitidas y difundidas por las generaciones.
- Compartida: todos los miembros de grupos, familias y la propia sociedad deben compartirla.
- Ser trans – generacional: se transmite de una generación a otra.
- Capaz de adaptarse: la cultura se basa en la capacidad de adaptación o cambio del ser humano.
- Influir en la forma en que se percibe el mundo: conforma el comportamiento y estructura la forma en que una persona interpreta el mundo.
Las culturas reflejan lo que la sociedad valora o no valora en su idioma.
El idioma es parte clave de tu identidad cultural
Cuando alguien está estudiando un idioma extranjero probablemente no repare en cuáles son los elementos culturales que lo determina; sin embargo, detrás de cada idioma concurren las costumbres, gastronomía, fiestas típicas, lugares históricos, de un pueblo que son los ingredientes que le proporciona luz y capacidad para correlacionarlos con las palabras y nombres. Esto explica que cada vocablo, nombre, adjetivo etc. surge de la relación del hombre con su entorno. Hombre y entorno se asocian para crear la cultura de un país.
Veamos un ejemplo:
El pan: Para aprender el significado de pan en español, es necesario saber qué tipo de pan se consume (baguete, pan francés, pan redondo o pan de maíz)? si es un alimento común, diario, si es acompañado por otro alimento, si forma parte de rituales, o saber si la palabra “pan” tiene connotaciones variadas.
Es necesario insistir que el lenguaje va unido por un nexo indisoluble con la cultura y no es suficiente su utilización fonética o gramatical. Así pues, indagar sobre la cultura a la que se vincula un lenguaje significa conocer la cultura que se relaciona con las palabras, lo cual es importante o mejor dicho fundamental para aprender una nueva lengua en profundidad y evitar cualquier conflicto o malentendido cuando se mantenga una conversación con un nativo,
Tengamos en cuenta que el aprendizaje cultural es un puente entre dos maneras de vivir y pensar el mundo. Con este conocimiento aprendido en aulas, los alumnos de segundos idiomas llegan a familiarizarse con el llamado “choque cultural” y de esta manera ver el mundo a partir de una perspectiva mucho más amplia.
Lenguas y culturas de origen
Hasta hace poco tiempo se tendía a considerar la diversidad lingüística y cultural de las aulas como un impedimento. Para el aprendizaje de lo que se consideraba esencial: la enseñanza del español para facilitar de la manera más rápida la integración del alumnado inmigrante en el sistema educativo y en la sociedad.
Por fin, esta cuestión ha cambiado radicalmente en los últimos años y en estos momentos se ve ya a la diversidad (de todo tipo). Como una cantera de riqueza que facilita, que permite a las distintas formas de acercarse a esa realidad no ser antagónicas, lo cual se ve como un factor que amplía y enriquece a todas las personas en contacto con la diversidad cultural. No solo a las personas inmigrantes que llegan a un país extranjero, también a los autóctonos que adquieren nuevos conocimientos y valores gracias a esa interacción que podríamos llamar intercultural.
La lengua como vehículo de nuestra comunicación cultural
Cuando una persona aprende una lengua nueva puede pensar que con sólo conocer su gramática ha adquirido los conocimientos necesarios para hablarla correctamente. Sin embargo, como venimos afirmando la realidad es muy diferente. Cuando ya somos conscientes de que aprender una lengua no basta con conocer su gramática y aplicarla como un autómata, sino también aprender toda una serie de estrategias que se derivan de los parámetros culturales en los que se desarrolla.
Es decir, que para estudiar correctamente una lengua hay que aprender a pensar como sus hablantes, y vivir en esa lengua. Y es así porque el idioma de un país no es sólo un objetivo para el conocimiento, es también y fundamentalmente el vehículo de nuestra comunicación. Es la correa de transmisión de la información periodística, de la literatura, de la ciencia y de la tecnología, de la innovación y de artes como el teatro, el cine y la canción.
En definitiva, la lengua viene a ser condición previa para la cultura. Por tanto, donde quiera que encontremos o veamos obras culturales de la índole que sea, encontraremos como condición previa la lengua. Detrás está la comunidad de los hablantes que organizan sus signos lingüísticos (significantes y significado). En relación a una organización de la experiencia de lo real vinculadas a las necesidades, intereses, ámbito y cultura de su comunidad y de su historia.